1. Neumáticos: verifica su estado, tanto los de uso, como el de repuesto. El dibujo deberá tener al menos 1,6 mm de profundidad, no tener cortes y un desgaste regular. La presión del neumático siempre se deberá verificar en frío y tomando en cuenta la carga.

 

 

 

 

2. Nivel de líquidos: se deberá comprobar con el motor apagado… el refrigerante, líquido de frenos y dirección, agua del limpiaparabrisas y aceite del motor. Recordad, siempre con el motor en frío y con el vehículo en llano.

 

 

 

 

3. Habrá que comprobar si nuestra batería cuenta con los bornes ajustados y sin óxido. Además, verificar que el líquido rellene cada celda y sin fugas.

 

 

 

 

4. En cuento a los frenos, se deberán revisar las pastillas (a partir de los 25.000 kilómetros hay que cambiarlas), y los discos de freno.

 

 

 

 

5. Habrá que tener en cuenta el estado de las suspensiones, debido a que cuentan con una vida útil de 75.000 kilómetros. Pasado ese periodo, el vehículo aumenta su inestabilidad en las curvas.

 

 

 

6. Tampoco debemos olvidar las luces: se recomienda ajustar la altura, verificar su correcto funcionamiento y limpiarlas para su correcta proyección.

 

 

7. Por último pero no menos importante, tener en cuenta que la temperatura de nuestro vehículo no debe superar los 23 grados. Revisa el climatizador, la carga de gas y el filtro para evitar la fatiga y mejorar el confort del viaje.

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